sábado, 2 de enero de 2016

El bóxers de mi profesor (Parte 2) Bóxers y cuadernos.


Luego de dormir baje a almorzar y mi padre ya había llegado, mis hermanos bajaban los libros, cuadernos y demás cosas del carro de mi padre. 

Entró mi padre, y me saludo, y nos abrazamos, era sido la primera vez que nos abrazamos en un saludo, desde que cumplí 12 años, nuestra relación como padre e hijo había crecido mucho.

Inés le sirvió a comida a mi padre, y él comía mientras nosotros veíamos las listas del colegio de lo que necesitábamos y los guardábamos en los cartones, para no confundirnos después. 

Luego, mi padre termino de comer, y se sentó con nosotros mientras Inés, lavaba los platos, y nos bridaba un pedazo de torta, a todos, luego ella tuvo que irse para seguir con sus trámites de que estaba haciendo.

Llevamos los cartones, ya distribuido al tercer piso, donde estaba una habitación donde nosotros hacíamos tareas, o demás.

Mi padre, fue a cambiarse de ropa a su cuarto, mientras que nosotros, escogíamos las mochilas, aunque todas eran negras, y casi iguales, siempre hay una diferencia entre nosotros y nuestras cosas.

Mi padre entró con una pantaloneta, y una camisa, estaba muy cansado de haber trabajado tanto.

Miguel: Ya tenemos todo solo falta los bóxers.
Ray: Si nos compraras bóxers.
Yo: Anda vístete para irnos.
Adolfo: Bueno, hijos ahora no les puedo comprar bóxers porque Martha, me dijo de que ya tenia suficientes bóxers como para ponerse una tienda de bóxers en la ciudad.
Yo: No es para tanto, tenemos pocos.
Adolfo: Bueno hijo, cuando ustedes crecen, su madre, les recoge los bóxers que están como nuevos, y los guarda y los otros los botas o los regalan a la casa de adopción para los niños de allí.
Ray: Por eso tenemos pocos.
Adolfo: No hijos, Roberto por lo menos tiene más de 50 bóxers, en sus cajones.
Yo: Exactamente tengo 75 bóxers en los cajones, más los que me regalaron en mi cumpleaños.  
Adolfo: Ven son casi 100, además yo en mi infancia fui casi un niño pobre, y además yo utilizaba la ropa de que Darwin y Steve dejaban y no les quedaban.
Miguel: Bueno padre, si es así bueno.
Adolfo: Tranquilos, tienen bóxers aun, Roberto va a utilizar los suyos, para el colegio, además Ray y Miguel, son de la misma talla, y utilizaran los de Roberto cuando tenia su edad, y Leonardo utilizará los de Ray y Miguel.
Yo: Pero que diablos, te ocurre
Adolfo: Se que es un poco, triste pero su madre no quiere que compre más bóxers, y además quiere que ustedes utilicen los que tienen, no se preocupen están bien guardados, y algunos aun están sellados.

Me fui a mi cuarto, acompañado de Leonardo, mientras que mis hermanos y mi padre, bajaban hasta el sótano de nuestra casa, para ver los supuestos bóxers de que mi madre, tenía guardados.
  
En unos instantes subieron a mi cuarto, mis hermanos cada uno tenia una caja gigante en sus manos, y mi padre traía dos más.

Yo: Pensé que no había tantas.

Mi padre abrió una caja, eran alguno de sus bóxers, para que yo escogiera algunos,  tiró todos los bóxers en el piso y por lo menos había de 40 a 50 bóxers de mi padre, para que yo escogiera.

Adolfo: En la misma caja, pones, los que no quieres para que tu madre, los bote.

Había de casi todos los tipos de algodón, de tela, con bolsillos con abertura en la verga, con botones, o con cierres automáticos o manuales, suaves o para dormir.

Sin querer cogí uno que me llevaba la atención, pero era un slips de mi padre, y de una lo puse en la caja, seguí buscando y algunos me gustaban porque eran suaves, y los deje a un lado, en total escogí 20 bóxers, y otros 5 para dormir.

Mi padre, solo me miraba y me sonreía, los bóxers de mi padre, eran más o menos, nuevos pero era cuando Calvin Klein recién se hacia famoso en España.

Luego mi padre recogió los demás bóxers que había en el piso, y los dejó en el cartón, eran los bóxers de que yo no quería.

Luego cogió dos cartones más y los vacíos en el piso.

Adolfo: Estos, son los bóxers de Roberto, así que escojan Miguel y Ray.  

Yo veía algunos bóxers, y estaban los tres bóxers, que me habían regalado los policías, yo no sabia que cara poner, porque me había acortado de la experiencia que tuve con ellos, y sus grandes vergas.

Mi padre cogió el bóxers estilo militar, aunque no era de Calvin Klein, ni ninguna marca reconocida, lo miró.

Adolfo: Roberto nunca recuerdo haberte comprado, este bóxer.

Tuve que mentirle a mi padre, diciéndole que me lo había comprado con mis ahorros, pero yo sabía que esos bóxers eran de los policías (Para saber más lean Policías, Alquiler de Vergotas), Ray cogió un bóxer azul eléctrico de Calvin Klein aunque a mi ya no me quedaban lo recordé y era sobre el plomero (Hoy no quiera que lloviera), y me quede impactado, así con algunos más.

Recordé tanto, como follaba con esos bóxers, y  luego nos reímos, cada bóxers que ellos cogían era regalado o robado de los tendederos o casas de mis amigos, algunos eran de Angelo otros de Theo, y otros de Eder, que los tenían, pensé que esos bóxers había llegado el Karma, y me los robaron pero estaban guardados.

Cuando mis hermanos uno a uno escogían los bóxers, y Ray coge uno rosado, de Calvin Klein con abertura en la verga, y comenzó a llorar, tuvo que mentir que le dolía mucho la cabeza, fue al baño y yo lo seguí para ayudarlo.

Ray: Ese bóxers rosado era de mi padre.
Yo: Lo se Ray, creo que ya es momento de que tu lo utilices.
Ray: Lo haré en memoria de mi padre.

A mi ese bóxers me trajo muchos recuerdos, porque yo había follado a Ray muchas veces utilizando ese bóxers que era de su padre, y además sentía cada vez más como me abrazaba fuerte, porque su padre me hizo prometer de que cuidaría mucho de Ray. 

Salimos, Ray con su cabeza mojada, para que mi padre, no sospechara nada, y seguimos escogiendo los bóxers, escogían blancos, rosados, rojos, negros, cafés y de diferentes colores y de marcas. 

Terminaron por lo menos cada uno escogió 25 bóxers que antes eran míos pero ahora eran de ellos. 

Cuando ya Leonardito, vio los bóxers en el último cartón, y además escogió los que querían, era igual a mí, siempre escogían los más sexis, y atrevidos, bueno luego mi padre bajo los cartones hasta el sótano y nosotros bajamos con él.

Era raro, de que yo bajará al sótano, además no nos daba miedo, nuestro sótano, estaba amueblado para que alguien viviera allí, tenia una nevera y las televisiones antiguas de nuestra casa, yo estaba listo para mudarme pero no quería dejar a mis hermanos.

Bueno, nuestro sótano, ocupaba toda la parte de bajado de nuestra casa, y era más o menos como un laberinto.

Dejamos los bóxers en las cajas allí, y mi padre nos hizo subir un armario hasta el último piso, hacia nuestro cuarto.  

Para que colocáramos nuestro uniforme y nuestros bóxers.

Luego de eso subimos nos tardamos mucho porque era pesado, Leonardito subía los cajones con Miguel y mi padre Ray y Yo, subíamos el armario por todos los pisos.

Al llegar al cuarto, los cajones estuvieron en el piso, y colocamos nuestros bóxers doblados,  en los cajones del armario, justo había cuatro cajones para cada uno, y un espacio para poner el armario, era un armario de siglo, era de mi abuelo y tenia un espacio para poner ropa, arriba y los cajones para cada uno, estaba todo organizado.

Adolfo: Al fin terminamos.
Yo: Si estoy cansado.
Miguel: Vamos a la piscina.
Adolfo: Quieren ir a la piscina

Todos gritamos sí, mi padre no tenia la costumbre de meterse con nosotros a la piscina, y si se metía era un rato, además faltaban dos horas para que mi madre, regrese.

Me quite, mi sudadera, y nos fuimos, dejamos nuestros celulares en una mesa de piscina, llaves y billeteras también, y nos metimos, no hacia tanto sol, y mi padre también metió a los perros con sus cachorros, para que aprendieran a nadar, pero si sabían los cojudos esos. 

Luego en media hora de diversión los perros salieron porque estaban lamiendo el agua de la piscina, y tenia cloro, y nos preocupaba eso, peor no les paso nada. 

Luego jugamos un rato al vóley, y nos juntamos para hablar de nuestras alocadas vacaciones. 

Adolfo: Bueno, hijos ya se van de nuevo a clases.
Leo: Si padre, ya iré a colegio.
Miguel: Y nosotros a bachillerato.
Adolfo: Me alegro de que ustedes estén creciendo rápido, además Roberto el próximo año irá a la universidad.
Yo: Así es padre.
Adolfo: Bueno, luego te llevaré a mi universidad, espero que aprendas rápido, además te queda cerca de la casa, así que no tendrás necesidad de quedarte a dormir allá, y estarás cerca de tus hermanos.
Yo: Genial padre, hemos pasado unas vacaciones de locos.
Adolfo: Así es verdad, hijos, desde los peces atrapados hasta la leche.

No pudimos hablar normal porque estaba Leonardito, y el aun no sabia nada de nuestra organización Machos Alfa.

Nos quitamos las pantalonetas, y Leonardito salió de la piscina porque quería ir al baño.

Mientras que nosotros hablábamos.

Ray: Pasamos bien, aun recuerdo todas las vergas.
Miguel: Yo también.
Adolfo: No le digan a nadie, yo quiero integrar a Leonardito, a jugar con nuestras vergas.
Yo: Bueno, padre, solo dile y él te hará caso.

Mi padre tenía unos bóxers rojos, y en la piscina veíamos como su bóxers se movía gracias a su verga parada.

No lo habíamos repetido desde hace una semana y dos días atrás en el lago.

Adolfo: Bueno, ya mismo vamos a comprar las cosas para celebrar el cumpleaños de Leo.
Yo: Bueno, padre.

Mi madre, ya le tenia organizado el cumpleaños 11 de Leonardito, y él estaba muy feliz pues invitarían a algunos amigos de que él tenia, y además era su último cumpleaños celebrado con algún personaje de caricatura.

Mi primer año de nacido lo hicieron de pokémon, desde ese momento me intereso pokémon.

Después llego Leonardito, del baño, y se tiró a la piscina, y además empezamos a jugar, estuvimos en bóxers, mi padre en uno rojo y mis demás hermanos en uno azul y el otro en uno negro, yo aun tenia el bóxer blanco, y bueno ya no me preocupaba si mi verga se traslucía porque ya había regresado la confianza que tenia con mi padre.  

Leonardito se quitó su pantalón y se quedo en unos bóxers naranjas, sus nalguitas quedaban de lujo. 

Yo tocaba las nalguitas de Leonardito, mientras que mi padre me tocaba mi verga ya erecta en mis bóxers,  

Ray y Miguel, jugaban con el balón.

Adolfo: Que tal si nos sacamos los bóxers por un momento.
Yo: bueno padre.

Todos le hicimos caso, pero Leonardito aun no entiende la palabra confianza o la palabra vergüenza porque fue el primero en quitárselo, sin pedirme ayuda.

Su verga estaba rica, aunque mojada y rica, mi padre buceaba desnudo para encontrar mi verga y a veces metérsela en su boca, pero por ratos.

Cuando yo me subo a Leonardito a mis hombros y mi padre, sube a Ray a los suyos y empezamos a hacer luchas, ya que Miguel era el juez.

Cuando perdíamos yo tocaba la verga de mi padre, por debajo haciéndola erectar por unos instantes.

Sabía que mi padre, le gustaba que le toquen las bolas, pues era su debilidad y yo a veces se la tocaba.

En una de las luchas, pierde mi padre, y hace lo mismo con mi verga, seguimos nadando y no se lo que paso, pero mi verga ya estaba dura gracias a las caricias de mi padre.

Yo no sabía que decir, porque mi verga estaba erecta, y además somos hombres y estábamos en confianza, pero nunca pensé que estaría así con mi padre, los cinco solos.

Mi padre se alegró tanto que algunas lágrimas de felicidad se le salieron por vernos a todos con nuestras vergas.

Salimos de la piscina a secarnos porque íbamos a comprar las cosas para el cumpleaños de Leonardito.

Mi padre salió primero su verga estaba parada, y se acostó en una silla de la piscina, y su verga apuntaba hacia arriba como queriendo volar, salió Miguel y Ray sus vergas estaban ricas, y tenia tiempo que no pasaba desnudo con ellos. 

Ayude a salir a Leonardito, y por el agua su verga estaba erecta y caminaba con toda normalidad hacia mi padre para acostarse con él, y su gigante verga, sentí celos cuando vi que Leonardito estaba tan cerca a la verga de mi progenitor.

Yo cogí los 5 bóxers y camine hacia el tendedero, y tiendo los bóxers, y me acosté en el césped, pensando en que darle a Leonardito por su cumpleaños.

Luego nos fuimos a vestir, porque aun faltaban 15 minutos para que mi madre, llegara, y nos fuimos corriendo con nuestras vergas saltando en el aire, o como si la gravedad no afectará a nuestras vergas Franco.

Luego de eso, me vestí y deje a mi hermanos para que se vistieran solos, y así al cuarto de mi padre.

Entre y él estaba aun acostado en su cama, sin ninguna ropa puesta.

Cerré la puerta y me acosté a su lado y nos abrazamos, mientras yo masturbaba su verga erecta, nunca hubo un beso entre los dos, pero él me beso la frente, y pude sentir toda su hombría en mi frente.

Pequeños gemidos salían de su boca, como aproximando a que su semen, ya iba a salir de la fuente, su jugo de la juventud eterna, esta en erupción, luego aumente un poco más la precisión de la masturbada que le estaba haciendo a mi padre, y su semen, salió y cayo en mi mano. 

Mi padre me abrazaba y me levanté de su cama, y fui al baño y me lamie su semen, y sentí su esperma caliente, y además su verdadero sabor a hombre.

Salí del baño, y mi padre me lo agradeció y quería hacerme lo mismo, pero le dije que luego y se fue a vestir, salí de su cuarto y me dirigí al cuarto de música de mi madre, a tocar las armonías de Beethoven y Mozart, las cuales tenia que practicar todas las vacaciones para las clases de música, pero me olvide.

Llego mi madre, y el sonido del piano, se escuchaba por toda la casa, subió hasta el salón de música, se sentó a mi lado y comenzó a entonar la misma armonía que llevaba, por un momento me sentí como un hijo único, porque somos 6 hermanos (4 varones y 2 mujeres) y más tres nietos, en mi casa a veces no hay ni silencio.

Luego, salió del salón de música, y me dijo que continúe practicando porque me escucharía, y se fue a vestir, luego de eso en 20 minutos salimos al garaje a ver el carro en que nos íbamos, y allí estaba mi carro que aun no había utilizado, y como teníamos que traer muchas cosas, lo utilice.

Estaba hasta con los forros de los muebles del auto, y nos fuimos allí, yo conduciendo y mi padre de copiloto, y mis hermanos y mi madre, atrás.

Compramos todos y regresamos a la casa, y no paso nada más así, hasta que el día jueves, le cantamos a Leonardito, por su cumpleaños pero su celebración lo haremos el sábado, llego el día sábado   

Y nos levantamos temprano, Leonardito se tenia que vestir, para su cumpleaños el decidió “The Avengers”, como tema principal de la fiesta, estuvo increíble él se vistió de Iron Man, pero bueno el traje no era metálico, Ray y Miguel se vistieron como Thor (Ray), y Capitán América (Miguel), yo según iba a ser Hulk pero no quería pintarme de todo verde, y utilizar unos shorts, pero bueno no lo hice, y la pasamos increíble, terminó la fiesta y llevamos todos los regalos a la casa, en mi carro porque estuvimos en un Salón de Eventos, y él quedo rendido y se acostó a dormir.

Las reglas de nuestra casa, es si alguien cumple años y recibe algún regalo, esa persona tenia que abrirlos, y nosotros respetar. 

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