miércoles, 30 de septiembre de 2015

Adolfo Franco, Mi padre (Parte 10) Sobres, Bóxers y demás



Ya nos levantamos al día siguiente, y mis padres, habían preparado una pequeña parrillada con sus hijos, y sus yernos y nuera (Valeria), bueno mientras preparábamos las cosas, mi padre, Roberto y Leonardito, fueron al súper a comprar las carnes, y lo demás, para la parrillada, mientras que Ray y Yo, estuvimos arreglando el patio con mi madre.

Ya en la tarde llegaron mis hermanas y sus esposos, y la mayor llego con su sobre envuelto con un pompón, Julio estaba muy feliz y todo eso. 

Ya llego Valeria, y mi padre estaba listo para encender la parrilla, para poner las carnes, Roberto, Julio e Iván ayudaban a mi padre, mientras nosotros solo comíamos la carne que ya estaba lista, además habían comprado hartísima carne como para unas treinta personas y solo éramos 11 personas. 

Ya cuando habían suficiente carne, nos sentamos en una gran mesa, que habíamos puesto con mi madre,  

Cuando ya empezábamos a comer, todos nosotros hablábamos comíamos, hasta que surgió el tema del sobre.

Yo: Hermana, que tienes en ese sobre.
Diana: Hermanito, hay una sorpresa.
Yo: Es para mí.
Diana: No, hermanito, es una sorpresa y no se dice para quien es.

Todos se rieron.

Diana era mi hermana mayor también es doctora como mi madre, y bueno trabaja en el mismo hospital que mi madre es socia, bueno es casi la jefa de ese hospital, su esposo es Julio, ambos tenían 25 años, y era una bonita relación, ya tenían 5 años de casados.

Y Denisse es la siguiente tiene 23 y es arquitecta, ella hizo el plano del hospital de mi madre, su esposo es Iván, y es muy atractivo, él es doctor, y trabaja con mi madre, en el área de pediatría.

Paso un buen tiempo entre risas, y bebidas para los mayores (Bueno yo tomé un poco)

Hasta que mi madre comenzó a hablar de temas médicos con mi hermana e Iván, pero quien los entiende nunca me gusta que hablen de muertos mientras como, porque siento que estoy comiendo muertos, mi padre los hizo cambiar de tema, hasta que mi padre solo se reía.

Martha: Mi amor de que te ríes.
Adolfo: Es que Leonardito, parece más hijo de Roberto y Valeria que nuestro.
Martha: Si es verdad, no me había fijado.
Adolfo: Si, cuando Valeria viene acá, siempre pasa con ellos, parece su hijo, jajaja.
Denisse: Además Leonardito es muy idéntico a Roberto, hasta en las pestañas.
Roberto: Pero tu no sabes en que más somos idénticos.

Yo me quede con cara como avergonzado, porque sabía cual era su respuesta, el pene de Leonardito tenia el mismo tamaño que el de Roberto, cuando este tenia 7 años.

Diana: Será en la nalga, porque en lo otro, te gana.
Roberto: Jajaja.

Lo que más me gusta de mi familia, es esto la armonía que existe con nosotros, podemos hacer chistes pero nadie sale herido solo avergonzados como yo, pero igual, yo soy feliz porque me toco una familia que en verdad me ama.

Denisse: Diana, bueno eso si me gusto, ajjaa, que risa.
Diana: Si hermana, Roberto quedo mal.
Roberto: Algún día verán.
Adolfo: Bueno, y como van en su trabajo.

Mi padre, cambio de tema, de nuevo y después de media hora, ya se había hecho de noche más o menos tipo 9 de la noche.

Leonardito se había dormido en los brazos de Valeria, Roberto se levanto a ver un abrigo y una almohada, lo levantó y lo acostó en una silla de la piscina que había cerca de donde estábamos y lo abrigo y lo dejo dormido.

Denisse: Te luce un hijo, Roberto.
Diana: Pero aun no lo traten de hacer.
Valeria se puso colorada, Roberto solo se reía y se sentó mientras veía como Leonardito dormía 
Diana: Bueno dejándonos de bromas, quiero darles esto, madre y padre.

Mi padre cogió el sobre que tenia Diana, y lo abrió, dentro de ese sobre había dos cartas más pequeñas. 

Adolfo: Y esto, que es.
Ray: Si que es eso.
Yo: Es dinero.
Diana: No padre, es una sorpresa y no es dinero, vamos ábrelo.

Había dos cartas, mi padre, abre y sale una foto de una ecografía y unos papeles.

Adolfo: Estas embarazada
Diana: Si padre, estoy embarazada tengo dos meses.
Adolfo: Que bien hija.

Mi padre, le dio un abrazo a mi hermana, y se dirigió donde Julio.

Adolfo: Julio, al fin que los huevos que te guindan sirvieron de algo
Julio: Para que vea, suegro mis huevos son de oro.
Adolfo: Jajaja, yo creo que no porque te estabas demorando mucho.
Diana: Jaja, es por todo lo que nos ha pasado, mucho estrés.
Adolfo: Bueno estoy feliz por los dos.

Mi madre, lloraba de la felicidad y mi padre la acompañaba, estaban felices que se les olvidaba que faltaba otra carta.

Yo: Padres, falta otra carta. 
Adolfo: Es verdad
Martha: Yo la abro.
Adolfo: Que dice
Martha: Que no puede ser.
Ray: Que cosa.
Martha: Denisse también estas embarazada.
Denisse: Si madre, también lo estoy.
Adolfo: Queeee, pero que sorpresa, entonces pronto vamos a tener dos nietos.
Martha: Cariño olvídalo no son dos nietos, son tres Denisse tiene gemelos.
Adolfo: Voy a morir.
Diana: Jaja, no seas exagerado padre.
Adolfo: Mi padre abrazo a Denisse, y a Diana, felicito a sus yernos, por la sorpresa.

Nosotros estuvimos contentos, que la fiesta duro mucho.

Mis hermanas y sus esposos, se quedaron durmiendo en nuestra casa.

Roberto cogió el carro, y fue a dejar a Valeria, hasta su casa, regreso como a las 11:30 de la noche, nosotros estuvimos jugando videojuegos, porque ese es el único momento que compartimos con nuestra familia, todos unidos.

Ya a las doce, nos dirigimos a nuestra habitación, era todo un piso entero para mi, Ray, Roberto y Leonardito, nuestros padres nos dieron casi un piso, bueno estaba allí el salón de música de mi madre, y un cuarto donde hacíamos las tareas del colegio.  

Tocaron la puerta, y era mis cuñados.

Roberto: Vamos entren que quieren, chuparme la verga.
Iván: Jaja, claro eso lo que tú quieres.
Ray: Jaja.
Yo: Entren, no se queden en la puerta, que se sale el aire acondicionado
Roberto: Que quieren. 
Julio: Es que no tenemos ropa para dormir, y tu madre nos dijo que tu tenias algunas pijamas, que nos prestes. 
Iván: Si.
Roberto: Bueno, yo duermo en bóxers, y una camisa, pero tengo algunos bóxers o alguna pantaloneta. 
Julio: si tienes algún bóxers que me sirva, tu sabes mis bolas son grandes. 
Iván: Claro, a mi también dame un bóxers, porque el que tengo me aprieta y no puedo dormir.
Roberto: Ya esperen.

Mi hermano se dirigió hacia donde estaba toda su ropa, abrió un cajón y estaban sus bóxers les dio un bóxers amplio de color blanco son los que Roberto generalmente utiliza para dormir, o para follar.

Julio: Déjame entrar en el baño, para cambiarme.
Roberto: El baño esta dañado, cámbiense aquí con tal somos hombres, o ustedes son maricones.
Iván: Gilipolla, Roberto, esta bien.

Julio e Iván, se desnudaron vi como quedaron Julio solo con un slips, e Iván con un bóxers de niño. 

Roberto: Oigan, ustedes tienen mucho dinero, y me decepcionan, tu Julio con un slips, e Iván con un bóxers que ni es tuyo parece.  

Se sacaron sus vergas y la tenían enorme, aunque flácida pero grande, rápidamente se pusieron el bóxer que Roberto les dio.
Julio: Esto es cómodo 
Iván: Si lo mismo digo. 
Roberto: Jaja, me dan pena que se los regalo, además son nuevos por lo menos solo los utilice una vez. 

Se quedaron muy contentos, y Roberto les dio una camisa, para que se pongan.

Julio: Gracias Roberto.
Roberto: Mañana pidan permiso, porque hay una nueva tienda de ropa que quiero ir, para ayudarlos a comprar.

Se quedaron boquiabiertos, porque iban a comprar bóxers de acuerdo a su verga, todo el mundo escoge por la cintura pero en realidad lo están haciendo mal, siempre se escoge los bóxers por el tamaño del bulto.

Salieron de nuestro cuarto, Roberto les acompaño hasta la puerta, y le dio una nalgada a cada uno, y salieron.  

Roberto se acostó en su cama, Ray y Leonardito ya se habían dormido. 

Yo: Sabes algo estoy muy feliz por la noticia, de los embarazos.
Roberto: Es verdad, yo también, pero pronto seremos olvidados.
Yo: Porque lo dices, hermano
Roberto: Porque así me sentí cuando tú, Ray y Leonardito aparecieron, tenía toda la casa para mi solo, ya que era el único. 
Yo: Entonces estas enojado porque nosotros te invadimos tu privacidad.
Roberto: Si, y además por robarme a mis padres.
Yo comencé a llorar por lo que Roberto dijo.
Roberto: No llores, hermoso, tu sabes que cuando vinieron sentí celos, pero yo los amo a ustedes por cambiarme mi mundo.
Yo: No se si eso sea verdad, si quieres que me vaya de nuevo me puedo ir cuando yo quiero.
Roberto: Tranquilo mi amor.
Roberto se levanto de su cama, se acercó a la mía, y se acostó conmigo, su bulto estaba junto en mi culo.
Yo: En verdad, nos quieres.
Roberto: Ustedes, son la mejor cosa que me ha pasado, antes no tenia ni con quien hablar pasaba jugando en los videojuegos, e la piscina o practicando saxofón.
Yo: Eso no me convence.
Roberto: Lo siento hermano, sé que mi padre te dice Campeón, eso me dolió mucho, pero luego comprendí que tu te has ganado su confianza. 
Yo: Perdón hermano, sé que haz perdido mucho.
Roberto: No, no he perdido nada, antes he ganado personas que siempre estarán en mi corazón, y algún día seré su protector, bueno lo sigo siendo, me permites dormir contigo.
Yo: Si.
Roberto me dio un beso en la mejilla, y me puse colorado, tanto que mi pene se erecto, le devolví el beso pero en la boca, y me dormí, junto a mi hermano. 

Al día siguiente nos levantamos y fuimos a desayunar aun estaban allí mis hermanas y sus esposo.

Desayunamos tranquilamente. 

Fuimos a la piscina y nos vayamos un rato, porque aun estábamos quedamos, por la fiesta de Ray.

Julio: Vamos Roberto, a comprar lo que sabes.
Iván: Vamos.
Roberto: Esta bien.

Roberto subió se coloco un pantalón y una camisa, y le pidió dinero a mi padre, yo los acompañe, Ray se quedó allí con Leonardito y mis hermanas.

Llegando al local, estuvimos en un paraíso de bóxers, había de todos los tipos Calvin Klein, Hollister y demás.

Roberto: Se acercó donde un chico y les dijo el tamaño que necesitaba porque el ya sabia escoger.

Iván y Julio esperaron en el vestidor mientras que Roberto escogía los colores y los bóxers

Fue a los vestidores de cada uno y les dio 10 bóxers par que se los pruebe a cada uno.

El señor que nos atendió tenia unos 40 años más o menos, se parecía a mi padre pero en versión obesa.   

Roberto le dijo a ese señor, que si no había para mí, y el señor fue a buscar.

Roberto: Chicos, escuchen a veces ocurre que hacen descuentos por cosas especiales.
Iván: Cosas especiales.
Julio: Te refieres a tener relaciones sexuales.
Roberto: Si de ofrecen una mamada por un descuento, además estos como son los dueños, no sufren por comprar más bóxers, acepten cualquier cosa, pero menos que a ustedes lo follen, pero me dejan a hablar a mi. 
Iván: Bueno Roberto confiamos en ti.

Entre en un vestidor el señor me trajo algunos bóxers, y me los probaba, mientras escuchaba la conversación de Roberto con él señor.

Roberto: A mi me trae 5 de Calvin Klein pero los nuevos que salieron. 

Ya nos estábamos probando los últimos bóxers cuando el señor habla.

Señor: Disculpen caballeros, les tengo una oferta, si se dejan tomar algunas fotos con mis bóxers, estaría complacidos en darles un 20% de descuento  
Roberto: Usted esta loco, señor nosotros no haríamos eso.
Señor: Bueno, entonces si se toman las fotos con mis bóxers a cada uno les doy el 20 % de descuento y 2 bóxers gratis adicional a  cada uno.
Roberto: Bueno señor, pero porque tantas ansias con la foto.
Señor: Disculpen solo quiero esas fotos nada más.
Roberto: Esta bien, ustedes es el jefe, o donde esta su jefe para reclamarle
Señor: Yo soy el jefe.
Roberto: Lo haremos, pero con unas condiciones, al niño no lo tome en cuenta, porque no se va a tomar fotos, sino lo demandaremos.
Señor: Esta bien, joven.

Se pusieron un bóxers y el señor saco una cámara y les comenzó a tomar la foto.

Roberto: Ya esta una foto por cada uno, ya apure que ya nos vamos.
Señor: Tengo otra propuesta.
Roberto: Cual es
Señor: Al niño le doy 8 bóxers más, a un 10 % de descuento.
Roberto: Que tenemos que hacer.
Señor: Que me tomen una foto pero con sus vergas al aire libre.  
Roberto: Esta loco usted, o es gay.
Señor: Bueno no puedo hacer nada más.
Roberto: Mire, si los 8 bóxers están al 50 % de descuento los llevamos, y nos tomamos la foto.
Señor: Bueno, esta bien.

Mi hermano y mis cuñados sacaron sus vergas de los bóxers, y yo tome la foto pero no salieron las caras de mis familiares, porque me dijeron que no salgan las caras, ese señor estaba muy alado de la verga de Julio unos 21 centímetros, que casi se la mete a la verga.

Roberto se coloco la ropa, y también lo siguieron Julio e Iván, cuando ya estaban con la ropa puesta, nos dirigimos a escoger los bóxers gratis.

Julio tenia 12 bóxers,  Iván 12 bóxers, Roberto tenia 7 bóxers y yo 20 bóxers, además sabemos que el señor no gano nada, porque en fabrica los bóxers son más baratos, cuando en el carro mis cuñados empezaron a hablar.

Iván: cuñadito, casi nos chupa la verga ese señor.
Julio: Si cuñadito, se puso a dos centímetros de mi verga, casi lo golpeo.
Roberto: Si tienen una gran herramienta, tienen que utilizarla así sea para seducir, no lo creen.
Iván: Es verdad, pero Miguel no digas nada de lo que paso.
Roberto: Tranquilo cuñado se que mi campeón no dirá nada, cierto campeón. 

Me puse colorado, es como si mi padre estuviera diciéndome campeón servía de la misma manera, como mi padre, sentí que todo mi cuerpo ardía como si estuviera excitado. 

Yo: No diré nada.
Roberto: Gracias campeón.

Llegamos a nuestra casa, y no estaban mis padres.

Diana: Tan rápido llegaron y que compraron.

Mis cuñados abrieron sus bolsas de la tienda, y enseñaron cada uno de sus bóxers a sus esposas, yo subí a mi cuarto y escogí, los 10 mejores para mi y los que no me gustaban se los daba a mi hermano Ray, pero yo sé que igual utilizamos todos los bóxers porque somos de la misma talla.

Roberto subió al cuarto y me dio un beso, de todo el dinero que nuestro padre nos dio para comprar bóxers, del suelto me dio 500 euros y el resto lo guardo para devolver a nuestro padre. 
Luego de eso, mis hermanas se fueron y también mis cuñados, nos despedimos de ellos, y solo nos quedamos Roberto y yo.

Estábamos en nuestro cuarto, y Roberto me empieza a hablar.

Roberto: Que te parece si me modelas los bóxers nuevos que compramos.
 Yo: No ahora no.
Roberto: Campeón vamos por favor.

La técnica de decirme campeón había funcionado de nuevo, acepte lo que Roberto me dijo, me desnude y así solo me quede con mi culito en el aire, mientras Roberto me pasaba bóxers por bóxers.

El primero fue un bóxer gris, se me notaba un rico culo, el siguiente fue uno blanco, hasta que llegamos al quinto.

Roberto: Toma este y anda al baño que te espero.

Entre al baño y me probé el bóxers que Roberto me dio y al salir no estaba Roberto lo busque y me sorprendió detrás de la puerta, y me dijo bueno ahora que estamos solos es la hora de disfrutar. 

Nos comenzamos a besar, el besaba mi cuerpo desnudo tocaba mis pezones y me daba nalgadas en mi lindo culito blanco, besaba mi cuello, y me llamaba campeón eso me excitaba demasiado.

Roberto se empieza a desnudar mientras me besa, y ya cuando estaba con sus bóxers, le comienzo a chupar su verga por encima del bóxers.

Cuando ya sale su verga de 16 centímetros, y así nos quedamos yo chupando su verga y el disfrutando un gran momento como hermanos, paso un tiempo y me comenzó a penetrar su verga ya había crecido, y también se había puesto gorda, y además ya me  había excitado demasiado.

Roberto me comenzó a penetrar y yo ya lucia con su verga en mi interior, su mete y saca fue experimental y muy gratificante de sabroso u verga era muy rica y blanca cuando suena una llamada de mis padres.

Roberto: Hola pa como estás.
Adolfo: Ya están en la casa.
Roberto: Si padre, ya estamos aquí, estamos viendo tele, porque ya se fue Denisse y Diana con sus esposos.
Adolfo: Ya en 20 minutos regresamos a la casa, andamos en el trabajo de tu madre que vino a ver un papel. 
Roberto: Esta bien, padre vengan con cuidado.

Ya colgó Roberto y me termino de follar, luego me senté sobre su verga y cabalgaba como un loco, para que su lechita salga más rápido, luego Roberto saco su verga de mi ano, y me lo puso en mi cara término justo en mi rostro, y con sus besos se trago su semen, y terminamos en el piso acostados, nos vestimos tan rápido como pudimos porque escuchamos el carro de mi padre estacionar.  

Ya al bajar, descansamos en la sala de la casa y luego nos pusimos a jugar videojuegos.  

Roberto subió y les tomó una foto a sus bóxers comprados. 



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