Me presento mi nombre, es
Ricardo, mi familia y amigos me dicen Ricky o Ric, soy algo rubio tengo 15 años, ya
estoy empezando ir al gimnasio, ya estoy teniendo algo de musculatura, me
considero bisexual, pasivo en relaciones homosexuales.
Les contaré lo que me paso en mi
cambio de colegio.
Soy de California, pero por
trabajo de mis padres, desde muy pequeño tuvimos que mudarnos a Guayaquil
Ecuador, en donde aprendí español, estuve en una escuela de gente adinerada,
pero por varios problemas, y ya como iba a colegio tuve que cambiarme.
Contaré mi experiencia cuando
tuve 12 años, en una semana estaba buscando colegios para mí, con la ayuda de
mis padres, vimos algunos y había uno que me gustaba, había una enorme piscina,
y además de niñas guapas, y en ese momento me empezaban a gustar ya las niñas,
y algunos niños mayores que yo.
En ese colegio había salones por
cada deporte, y era increíble, y yo le dije a mis padres que ese colegio yo
quería, en ese tiempo era algo gordito.
Tuve un viaje por todo Manabí y
luego a Galápagos con unos amigos de mis padres, que resultó ser mi padrino de
graduación (En Ecuador se escoge también padrino de graduación), en ese viaje
me llamó la atención mi padrino que siempre dormía en bóxers, al igual que su
hijo mayor de algo dos 2 más que yo, ambos tenían un increíble bulto, como
dormimos en la misma habitación, yo era el ultimo en irme a dormir, solo para
ver sus bultos en su bóxers, y morirme de miedo por irlos a tocar. (Espero
contar eso en otro relato)
Cuando ya regrese, luego de haber
tenido la experiencia de ver las gigantes vergas de mi padrino y su hijo, mis
pares ya me habían inscrito en un colegio militar, el mismo donde estaba Davis,
el hijo de mi padrino, era un colegio militar, que a mi no me gustaba, era muy
grande tenia piscina y además de salones amplios y montañas en donde dejaban a
los estudiantes hacer tipo casa secretas.
Ese día me levante muy furioso,
cuando ya iban a mi carro, me había cambiado de ropa, y mi padre estaba muy
feliz, siempre le había gustado pertenecer a la Marina de US, pero sus padres
no tenían el dinero suficiente para pagarlo, y tuvo que dedicarse a otra cosa.
Llegamos al colegio, primero nos
fuimos donde el director era un marino tenia un hermoso traje de color blanco,
en ese momento mis pequeñas tetillas se habían parado, su gruesa voz, pasaba
por mis oídos, y me hacia vibrar todo mi cuerpo.
Nos dio la bienvenida, y el nos
dijo que le sigamos, comenzó a caminar, y yo no perdía de vista sus enormes
glúteos, que se podían ver gracias a su caminar, y también a sus bóxers blancos
que utilizaba, cuando llegamos a la oficina, nos hizo pasar, el se quedó en la
puerta, y como yo era algo bajo para mi edad, mi estatura era casi como por su
ombligo, de reojo vi su bulto, sentí una calentura proveniente de su verga,
estaba tan cerca de su bulto, que el marino se tuvo que apartar un poco, antes
mi padres no lo notaron.
Con eso muy poco se llenó la
probabilidad de que me gustara el colegio.
Entramos él se sacó su gorra, y
además se sentó empecé a examinarlo por todos lados desde sus manos velludas,
hasta sus hermosos labios, sus ojos al igual que los míos algo verdes, y sus
hermoso cabello cortado, lo hacia lucir muy hermoso, en ese momento mi verga se
había erectado.
El marino, se presentó, su nombre
era Capitán Teniente J. Montes, pero los cadetes tenían que decirle Teniente.
Habló con mis padres de todo, de
la pensión de la matricula, de la lista de útiles, y sobre el día de la
inauguración. No era problema para mis padres pagar la colegiatura.
Teniente: Bueno tienen algo más,
alguna pregunta
Yo: Todos, los profesores son
tenientes, o me van a hacer ejercicios
Teniente: No son profesores
normales, pero si te portas mal, o tu curso de porta mal tendrás problemas
Él se levantó, creo que tenía su
verga erecta, ya que se pudo notar que algo se lo movió, mis padres se pararon
y yo luego los seguí, creo que mi madre
no notó los movimientos de la verga del teniente, pero yo sí los hice, nos
fuimos a otra habitación y nos hizo entrar.
Teniente: Aquí pueden comprar los
uniformes, y luego pasen al cuarto de la derecha, para lo que resta.
Papá: Listo, está bien
Entramos y había otros dos
militares, no estaban tan guapos como el Teniente, tenían un traje de camuflaje
, que era el uniforme que yo iba a utilizar los martes y jueves, y además del
maravilloso traje blanco que iba a utilizar los días lunes, y además, el de
deportes que iba a utilizar los miércoles y viernes.
Me enseñaron el uniforme blanco,
me tomaron medidas, y buscaron entre un ordenada montaña de ropa, buscaron un
traje blanco, dos de diario y dos de deportes, ya que a mi madre no le gusta
lavar tantas cosas.
Marino1: En el otro cuarto te
pruebas la ropa, además sino te queda te llevamos otro.
Nos dieron una canasta con la ropa,
y mi padre la cogió, salimos de la habitación y nos fuimos a la habitación de
la izquierda, no nos dejaron entrar solo era para las estudiantes o cadetes
mujeres, y nos tuvimos que irnos a la derecha.
Estaba cerrado, tuvimos que
esperar un rato, y luego el Teniente nos abrió entramos y el encendió el aire
acondicionado.
Allí adentro había muchos
estantes algunos vestidores dentro de un pasillo, además en los estantes había
zapatos y más ropa.
Teniente: Cadete Fernández, coja
su canasta y por favor espere en los vestidores.
No habían nadie más así que
escogí cualquiera escogí el del medio, estaba poco visible, así que fue
perfecto.
Me quité los zapatos, medias,
camiseta y pantaloncillo, que tenía puesto, solo me quede en mis trusas,
calzoncillos que llevaba puestos.
Ya me iba a comenzar a poner el
primer uniforme, pero escuche la voz, del Teniente, él abrió tan rápido la
puerta para ir a los vestidores.
Teniente: Toma, ponte eso, con el
uniforme de deportes, y luego sale, para verte.
Yo estaba en calzoncillos, al ver
al Teniente, creo que me erecté, el salió de los vestidores y yo revise lo que
había allí, habían unos zapatos blancos una gorra, unas medias con el nombre
del colegio, y un bóxer negro, nunca en mi vida había utilizado un bóxer.
Me coloque el bóxer, estaba muy
apretado, pero tenía la plena vergüenza y no dije nada, como pude me vestí, me
puse la bermuda, un calentador, una camisetilla, y la camisa del colegio, las
medias y los zapatos blancos, además de la gorra, salí de los vestidores,
estaba muy apretado, sentí que mis pequeños testículos iban a reventarme.
Madre: Que te parece, te gusta tu
nuevo uniforme
Yo: Algo, si esta bonito.
Padre: Espero que te guste
también el bóxer.
Teniente: Anda regresa, ya vimos,
prepárate para el otro cambio (Otro Uniforme)
Fui rápido como pude, me quite
toda la ropa, y la deje en el suelo, y rápido también me corrí hacia mis
calzoncillos y me los coloqué.
Entró el teniente, y entre sus
manos tenía, unos zapatos botas negros, unas medias azules, y una camiseta
blanca, y al parecer otro bóxer de color azul marino.
Teniente: Cadete Fernández, como
le quedó la ropa anterior.
Yo: Eh.. me quedó bien, pero no
me gusta utilizar bóxers.
Teniente: Es una regla del
colegio, y además te ayudarán en un futuro.
Yo: ¿Como?
Teniente: Bueno a los que tienen calzoncillos les hacen
calzón chino, y además te lo sujeta bien al pene.
Yo: Pero no me gusta
Teniente: Mira yo con mis
estudiantes soy duro, pero como eres nuevo, voy a hacer la excepción contigo,
te enseñaré como quedan los bóxers, pero no le digas a tus padres.
Yo: Bueno
El como pudo se bajó su brillante
pantalón blanco y se los puso en las rodillas, y me enseño su bóxer blanco,
tenía un gran bulto, me maraville viendo ese bulto, era muy gigante, creí que
su verga estaba erecta, sus bolas se veían exquisitas, y además se le notaba su
glande.
Teniente: Ve cadete, así se
utiliza un bóxer, tiene que darle ajuste a su pene, pero no tanto, además tiene
que mantener todo guardado, y si ocurre un levantamiento que no sospeche nadie,
o que no se note.
Yo: Que es levantamiento
Teniente: Creo que eres muy
pequeño, un levantamiento es cuando se erecta tu pene.
Tenía en ese momento mi verga a
mil, nunca había visto a otro hombre así de tan al frente, solo a mi padre que
cuando estábamos los dos estaba siempre en bóxers y a mi padrino y a su hijo.
Teniente: Bueno, vamos a ver que
tal te quedó el bóxer negro.
Me quitó mi calzoncillo, y luego
buscó entre la ropa que estaba en el suelo, el bóxer negro, me lo puso.
Yo: Ve no me queda.
Creo que el tocó mis nalgas, sus
gigantes dedos jugaba con mi culito, y además rozaba mi pequeña verga.
Teniente: Es que te he dado un
bóxer para niños, y tu por lo menos eres ya un M, pruébate el de acá.
Me dio el otro bóxer, no sé si
noto que mi verga estaba ya erecta, me lo puse y me subió a la perfección, me
gustaban mis nalgas, y mi pene estaba muy cómodo, y me gustaba la suave tela
que tenía el bóxer.
Teniente: Ese fue el error, ahora
termínate de vestir que yo voy a salir con tus padres.
Él se subió sus pantalones, en
ese momento lo miré a los ojos, y por ultima vez vi su gigante bulto, que ya
se estaba ocultando con sus casi perfectos pantalones blancos, se colocó el
cinturón, y creo que solo cerré los ojos y ya había doblado la ropa que ya
estaba en el suelo, se puso su cinturón y salió.
Me coloque el uniforme para los
días martes y jueves, era un bóxer azul marino el cual ya tenía puesto, un
pantalón jean azul marino, una camisa con botones celeste marino, una gorra
tipo boina, además de las medias y unas pesadas botas militar.
Salí, camine donde mis padres, y
ví que habían otras personas, creo que también tenían un hijo, pero hasta el
momento no lo veía, mi padre estaba tan orgulloso, que se le soltó una lagrima,
mi madre ya me estaba tomando fotos.
Teniente: Anda a los vestidores,
te llevaré el tercero uniforme.
Ya me faltaba el último uniforme,
entre a los vestidores y no escuche a nadie.
Yo: Hola hay alguien
Chico: Si puedes llamar al
Teniente no me gusta este bóxer no me queda.
Yo: Creo que ya venía
En ese momento mi corazón se
destruyó, pensé que por error me habían dado un bóxer que no me queda, o era
una casualidad.
Yo entré a los vestidores, y me
senté en un pequeño mueble que había, y escuche que entró el Teniente, estaba
yo completamente celoso, pero podía escucharlos lo que decían.
Chico: No me queda el bóxer,
estoy muy apretado, es mejor utilizar truza
Teniente: No, es obligación
escolar, además el bóxer te ayuda en dos maneras
Chico: ¿En que?
Teniente: En que no te hagan
calzón chino y además en sujetar tu pene, y lo acomoda
Chico: Pero no me gusta
Teniente: Mira yo con mis
estudiantes soy duro, pero como eres nuevo, voy a hacer la excepción contigo,
te enseñaré como quedan los bóxers, pero no le digas a tus padres.
Era la misma, historia y la misma
gigante verga que le iba a enseñar algo prodigio, y exquisito, me quede sentado,
por tercera vez seguida mi verga se me había erectado, escuche como se quitaba
se cinturón, y me imagine estando allí, esa verga gigante en mis manos, y le
daba un besito.
Teniente: Cadete Mera, si ve como
me queda el bóxer, le recoge todo su pene, y sus nalgas deben de quedarle muy
bien.
Chico: Entiendo
Teniente: No estés nervioso,
vamos a ponerte el bóxer.
Era la misma historia yo casi lloro,
pensé que yo era especial, pero luego escuche algo que me alentó.
Chico: Creo que este me queda
mejor
Teniente: Si ves, tiene que
levantarte las nalgas, y guárdate bien el pene, termina de vestirte y sale, yo
estaré un momento contigo.
Estábamos creo que a dos
vestidores de distancia, luego creo que el salió donde estaban nuestros padres
y dijo algo que escuche muy claro.
Teniente: El cadete Mera
Guillermo, ya sale de los vestidores, por favor esperen.
Luego entro a mi vestidor.
Teniente: Ya debes de estarte
cambiando
Me dio un bóxer blanco, un
cinturón blanco, una camisa blanca y medias blancas y una gorra como el tenia
puesta.
Yo: Pensé que yo era especial.
Teniente: Porqué
Yo: Es algo de casualidad de que
le des el bóxer de un niño a otro chico, y que no le quede
Teniente: No lo creo
Yo: Le diré a mis padres, que me
enseñaste tu bulto, mi padre es abogado fácilmente te puede demandar.
Teniente: Tranquilo chico, no lo
hagas, que quieres a cambio.
Yo: Tres cosas
Teniente: ¿Cuáles?
No sé si yo estaba cayendo en su
juego o él en el mio.
YO: Quiero que me regales dos
bóxers más, adicional a lo que mis padres te van a comprar, no sé como lo
hagas, además de en ese momento me enseñes
Teniente: Te enseñe, que cosa
Yo: Tu pene, quiero verlo, si lo
haces no diré nada más.
Me puse mi bóxer blanco y la
camiseta blanca y las medias blancas con el nombre del colegio
Teniente: Y cual es la tercera
Yo: Te lo diré después
Teniente: Déjame llevar al Cadete
Mera donde sus padres, y luego darle la segunda ropa, le diré a tus padres que
aun te estas probando la ropa.
Yo: Está bien, espero que así sea
El salió, mi verga estaba a full,
yo no sabía que hacer, en realidad pensé que si yo había caído en su juego o él
en el mio, nunca había hecho algo así, chantajear a un hombre a que me enseñe
su pene.
Pasaron 7 largos minutos, y luego
escuche botas, luego entró con el otro chico y le cerró la puerta, y el entró a
mi vestidor.
Me hizo que haga silencio con su
dedo, y luego se bajó muy despacio su zipper y un bulto enorme estaba allí.
Se acercó a mi oído y me dijo:
Estas listo
Con mi cabeza asentí, y su
pantalón cayó de nuevo, quedó en unos increíbles bóxers, blancos un bulto
increíble, no tenía alguna marca, eran los mismos que yo tenía.
Su bulto estaba erecto, se
translucía sus bolas además de su glande, el teniente me miró y se sonrió.
Moví mis manos hacia su elástico,
y bajé una mata de vellos negros aparecieron, luego por así decirlo, cerré mis
ojos y cuando los abrí la mitad de su verga estaba afuera, ya podía tocarla.
Con mi mano derecha cogí su verga
y la alcé y con la izquierda le bajaba poco a poco su bóxer.
En un minuto que pasó su bóxer
estaba en sus rodillas, y yo no podía apartar la vista de esa gran verga con
esas bolas.
Teniente: Que espera, que más
harás
Yo: ¿puedo?
Teniente: La tienes en frente de
ti
La besé, besé la frutilla que
tenía en la punta de su verga y luego le toque sus bolas, además de darles un
beso.
Cuando ya me iba a proceder a
mamar, llaman al Teniente
Teniente: Debemos dejarlo para
otro día
Yo: Bueno, no se olvide de los
dos bóxers.
Él se subió su bóxer, ocultando
su enorme y blanca verga y se subió el pantalón y su cinturón, y salió.
Me vestí muy rápido, y también,
salí.
Fui donde mis padres y había un
niño se podría decir que era de mi edad, sus padres y los míos estaban
hablando.
Padre: Hijo, él es Guillermo
Mera, y también ira a su primer año de colegio contigo, podrían ser amigos
El niño que estaba allí se giro,
y me saludo.
Guillermo: Mi nombre es Guillermo
un gusto
Yo: Soy Ricardo
Mamá de Guille: Que hermoso le
queda el traje, quédatelo puesto un rato, para tomarles la foto a los dos
Mamá: Si, hazle caso a la señora
Guillermo entró con el Teniente a
los vestidores además con su último uniforme, no se demoró ni 8 minutos, y
luego nos hicieron poner en una pose militar, y nos tomaron la foto, claro con
el vergón del teniente a mi lado.
Luego Guillermo me siguió a los
vestidores, y cogió su ropa, y entró al cubículo a lado del mío.
Guillermo: Quieres ser mi amigo,
sino no importa
Yo: Antes, quiero preguntarte
algo
Guillermo: Dime
Yo: Te enseño su bulto el
Teniente
Guillermo: Sí, me excite por un
momento, quería ver su verga pero no pude
Yo: También me pasó lo mismo
Guillermo: ¿Bueno quedamos como
amigos o no?
Yo: Dale
El me espero, cogí toda la ropa y
salimos juntos.
Cuando ya salimos dejamos toda la
ropa en mesas diferentes, mientras el Teniente nos hacia las cuentas.
En total casi se hicieron como
150 dólares, y creo que inventó la promoción de que si mis padres compraban 5
bóxers más, nos regalaría dos.
Mis padres y los de Guillermo
aceptaron.
Nos dio nuestra ropa, y salimos
de allí.
En el estacionamiento nos despedimos
y mis padres compartieron números con los padres de Guillermo.
Nos fuimos a mi casa.
Padre: Te gustó, el uniforme
Yo: Sí
Madre: ¿Te gustará utilizar
bóxers?
Yo: Ya soy un niño grande, quiero
utilizarlos
Padre: Bueno tienes 10,
probablemente luego te compremos más.
Pasaron dos semanas, en ese
tiempo no supe nada del Teniente, aunque el recuerdo de su verga estaba en mi
mente, y yo ya me estaba tocando aunque aun no me salía semen, y gracias a él
boté todos mis calzoncillos y mis padres me han comprado bóxers.
Tampoco había sabido nada de
Guillermo, hasta que la solicitud de amistad me llegó y hasta que comenzó la
inauguración
Gracias Roberto, quiero mamar tu
verga, espero enviar el próximo relato pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario